Había en un bellísimo jardín del Perú unas bellísimas y hermosas chicas. Se
encontraban en el centro del jardín, en medio del inmenso reino peruano. El
Señor del jardín que era "EL REY DE REYES tenia costumbre de dar un paseo por
el jardín, todo los días, cuando el calor del día arreciaba más.
Había en este jardín unas cuantas
chicas de aspecto noble y un buen corazón. Eran las más bellas del jardín; el
Señor les tenía especial cariño a estas jóvenes, les quería más que a las demás. Año tras año iban creciendo y se hacían cada vez más hermosas y bellas. Las chicas
sabían muy bien que el Señor les amaba y esto les llenaba de gozo.
Un buen día, el Señor muy
preocupado, se les acercó a sus queridas
chicas, y las chicas con gran reverencia, se inclinaron.
Entonces les dice el Señor:"
mis queridas chicas, les necesito con urgencia", Les parecieron a las
chicas que había llegado el día para el que habían nacido. Con gran alegría,
pero con voz silenciosa, cada una de las chicas respondieron: " Oh Señor,
estoy preparada. Haz conmigo lo que quieras.
"Chicas",- dijo el Señor en tono
serio "- para hacer uso de vosotras
tengo que talaros"
Las chicas asustadas pensando en
sus trabajos, en sus estudios, en sus amigos-as que todo tiene que dejar dicen ¿Talarme a mí?, pero... ¡No, por favor,
no!, haz uso de mí para tu satisfacción, Señor por favor, no me cortes mis
amistades, eso sería lo peor.
"Mis queridas chicas"
dijo el Señor, con voz todavía más sería, " si no les corto, no podré hacer
uso de vosotras, para lo que habéis nacido".
En ese instante se produjo un
gran silencio en la familia y comenzaron
las murmuraciones, contrariedades, los padres que no quieren dejar, los
hermanos que no, las amistades a tratarlas de locas,.. Lentamente, muy lentamente, las chicas
inclinaron la cabeza. Después susurro: " Señor, si no puedes hacer uso de mí sin talarme, haz de mí lo que quieras, tálame"
Mis queridas chicas, dijo de
nuevo el Señor-, no solo talar, sino que además tengo que cortaros de todo lo
que os distrae para mi encuentro de corazón a corazón con vosotras" Oh
Señor,- dijeron las chicas-, no nos hagas
eso. Déjanos por lo menos en nuestros grupos y algunas de nuestras amistades.
"Si no puedo contar enteramente con vosotras, tampoco podré hacer
uso de vosotras.
Entonces a cada una en particular
les dice el Señor: " Querida joven, te necesito", no solo debo
talarte, sino que además tengo que cortarte también, tus celulares, redes
sociales, músicas que te distrae para escuchar el mensaje maravillo que tengo
para ti.
"Oh Señor,- dijeron a una
las chicas-, no nos hagas esto: déjanos a menos nuestro celular el más sencillo
para comunicar con nuestra familia.
"Si no sois capaces de dejar
todo no puedo contar con vosotras
" Las chicas, temblando,
dijeron con voz apenas perceptible:" Señor, dejamos todo"
Mis queridas chicas, tengo que pediros
algo más, tengo que partiros en dos y sacaros el corazón. Si no os dejáis hacer
esto, no podré hacer uso de vosotras”
Las chicas quedaron sin habla y
se inclinaron delante del Señor. Hágase en mí según tu palabra.
Fue entonces el Señor del jardín, les cortó las amistades, los celulares y las redes
sociales, les partió en dos, les sacaron el corazón de piedra y les puso un
corazón de pobreza y humildad y les envió a servir al terreno árido del Señor donde deben dar
mucho fruto. Como recompensa tendrán el ciento por uno en esta vida y la vida
eterna.


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