sábado, 19 de marzo de 2016

LAS FMIC PARTICIPAMOS CON LA 5° ESTACION DEL VIA CRUCIS DIRIGIDO POR NUESTRO ARZOBISPO DE AREQUIPA


Jesús es juzgado por Pilato

ESCENIFICA:   PARROQUIA MADRE MISERICORDIA
COMENTA: FRANCISCANAS MISIONERAS DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN. “CASA DE LA MUJER” 

-        Te adoramos Cristo y te bendecimos
-        Porque con tu santa cruz redimiste al mundo

Entonces Pilato, viendo que nada adelantaba, sino que más bien se promovía tumulto, tomó agua y se lavó las manos delante de la gente diciendo: “Inocente soy de la sangre de este justo. Ustedes verán”. Y todo el pueblo respondió: “¡Su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!”. Entonces les soltó a Barrabás. Y a Jesús, después de azotarle, se lo entregó para que fuera crucificado.


En esta estación acompañamos a Jesús junto a las personas  y niños que sufren violencia, son juzgadas injustamente, en la mayoría de los casos por personas más cercanas en su propio hogar. El abuso y maltrato contra la mujer afecta enormemente la salud no sólo de ella sino también de sus hijos y personas de su entorno. Por tanto, existe un riesgo de que la violencia predisponga a la mujer a la mala salud. Un número cada vez mayor de estudios acerca de la salubridad indica el aumento de los efectos negativos de la violencia.
Oración
Pedimos a Dios que nos dé un corazón abierto frente a este flagelo de violencia que viven a diario muchas familias de nuestro país.
Padre de clemencia, ten misericordia de nuestras familias que sufren violencia; acógelos, haz que sientan tu protección muchas mujeres que están siendo amenazadas de muerte por sus propias parejas, otras que han tenido que huir lejos de sus hogares para salvaguardar su integridad y proteger a sus hijos. Ten misericordia de todos tus hijos, que no sabemos convivir, principalmente de aquellos que no son conscientes de sus actos que generan desunión y destrucción de las familias. A los que les acogemos y a los agentes que administran justicia llénanos de tu misericordia para darles esperanza y devolverles el sueño de un hogar lleno de paz y armonía. Haz que todos los cristianos y la sociedad entera seamos sensibles al flagelo de la violencia y que nunca nos lavemos las manos desentendiéndonos del sufrimiento ajeno. Amén.



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